C.Jiménez
Diario Digital 1 de Abril de 2011
Una modificación del reglamento que regula los espacios naturales en Castilla-La Mancha indica que el simple estacionamiento de una autocaravana no puede ser considerado acampada.
Autocaravana./Foto: EL DIA Las continuas reivindicaciones que vienen haciendo las asociaciones de autocaravanas de Castilla-La Mancha para conseguir avanzar en derechos y reclamar su papel como elemento dinamizador del turismo ya están dando sus primeros frutos.
Según señalaba a Economía y Empresas de Castilla-La Mancha, el vocal de la asocición Acama, (Asociación de Autocaravanistas de Castilla-La Mancha), la aprobación por parte del Gobierno regional de un Decreto a través del cual el simple estacionamiento de una autocaravana en terrenos aledaños a un parque natural no se considera acampada ha dado a los autocaravanistas un gran respiro.
Hace tan sólo unos meses ese derecho les estaba limitado sólo por el hecho de ser autocaravanas, por lo que tanto desde Acama como desde la Federación Nacional de Autocaravnas consideraban que era una discriminación con respecto al trato que tienen los turismos, por ejemplo.
En su momento este sector presentó las oportunas alegaciones considerando que el articulo que les impedía estacionar en parques chocaba con una norma de rango superior, por lo que fue modificada. A nivel económico asegura José Adraos que también se están consiguiendo derechos y cada vez son más las áreas reservadas a este tipo de turismo en diferentes localidades de Castilla-La Mancha, siendo el último área que se ha aprobado en Alcázar de San Juan.
Más defensa
Los autocaravanistas abogan por la defensa por parte de los ayuntamientos de este tipo de turismo que mueve a un gran número de familias que hacen un desembolso importante en las ciudades o localidades a las que van, comiendo en sus restaurantes y entrando a sus museos. Señala que la última escapada en Alcázar de San Juan, por ejemplo, supuso la llegada de treinta autocaravanas a este pueblo de Ciudad Real, y más de noventa personas que estuvieron dejando allí su dinero en sus restaurantes y en sus centros museísticos. Y se quejan de que aún haya ayuntamientos que estén interesados en sacar ordenanzas que chocan directamente con la DGT. No obstante, apuntan que la crisis también ha ralentizado las ventas de autocaravanas ya que suponen la necesidad de hacer un desembolso inicial de dinero muy importante, ya que el precio de una autocaravana roza los 40.000 euros, por lo que entienden que su compra es más por una filosofía de vida.
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