EN AUTOCARAVANA CON NIÑOS
autor a creditar, Marceliano cardoso Romero,
publicado em 25 de enero de 2009
www.viajarenautocaravana.com/articulos_detall.php?idg=29879A modo de introducciónEl otro día, hablando con Toni, un amigo autocaravanista, surgió el tema de los viajes en autocaravana con niños y que muchas veces no se trata a los medios especializados. De hecho, la imagen mediática más extendida es la de la pareja autocaravanista prejubilada o jubilada, libre de hijos, y sólo si la autocaravana va equipada con literas aparece el término "niños" o "en familia"; incluso hay lugares donde al binomio autocaravana y niños lo hacen sinónimo de parque temático.
Al final, se podría pensar erróneamente que los autocaravanistas viajamos sin hijos porque la autocaravana no lleva literas o porque los tenemos recluidos en algún parque temático, a la espera de qué pasemos a recogerlos. Y no es eso.Pues bien, yo hablaré sobre esto de viajar en autocaravana con niños, Foto1. Simplemente explicaré nuestra experiencia, no enunciaré ninguna fórmula magistral, más bien al contrario, me temo que al final todo sea un puñado de obviedades para cualquier padre. Pero bueno, tal vez algunas de las cosas que hacemos puedan ayudar a otro autocaravanista que, como nosotros, viaje con literas.
Primero, describo nuestra circunstancia: somos una familia urbanita que viajamos con autocaravana desde hace 7 años y más de 80.000 km. Y lo hacemos con dos niños: desde que la más pequeña, Sara, tenía poco más de dos años hasta ahora, que el mayor, Ferran, va camino de los trece.El presente escrito lo estructuraré en tres partes, que son:- En la autocaravana con niños.- En autocaravana con niños en la ciudad.- En autocaravana con niños en la naturaleza.; cuando vea que me extiendo, pararé y continuamos otro día.
En la autocaravana con niñosUn clásico. Contra el aburrimiento en ruta o en parada, disponemos de los juegos de sobremesa habituales (parchís, oca, barcos, tres en raya, etc.); mejor sin son de piezas magnéticas, de esta manera sólo tienes que recoger casi todas las piezas del suelo.Y también llevamos algunos libros de lectura que o los escogen ellos mismos en casa antes de salir, o si no nosotros los cargamos y ya se les encontrarán en plena salida. Lo mismo hacemos con material de pintura o dibujo: siempre hay un gran estuche con colores y un par de libretas. Tengo que decir que no llevamos tele, de hecho el armario de la tele lo hemos reconvertido en biblioteca, allí metemos todo aquello que decía: los libros de lectura, las guías de los viajes, el estuche, libretas y otros trastos (cargador de pilas, walkis,etc.)
El siguiente comentario puede parecer obvio, pero no todas las autocaravanas, sobre todo las antiguas, los poseen: siempre hemos procurado que todos los asientos del habitáculo estén dotados de cinturón de seguridad. Así, en ruta, los niños tienen la opción de cambiar de asiento, ya sea para combatir el aburrimiento de un viaje largo o porque hay que separarlos antes de qué empiecen las hostilidades entre ellos.Como decía, tele no tenemos, pero lo que sí llevamos es un reproductor de dvd con una pantalla de aquellas pequeñas, que mis hijos acostumbran a conectar en los trayectos largos.
La filmoteca es variada, con los típicos títulos del momento pero sin despreciar documentales y series; porque el dvd también lo utilizamos como soporte o apoyo nuestros viajes.Me explico: visitando lugares interesantes con niños a veces vale la pena facilitar previamente una información adaptada que ayude a atraer su atención sobre el lugar visitado; y no hablo de dulcificar la realidad, es simplemente marcar unas referencias que hagan más atractiva la visita al niño y a partir de ese momento que cada progenitor desarrolle el tema como buenamente sepa.Por ejemplo (y que me perdonen a los historiadores por lo que diré a partir de ahora), la Maison Carrée de Nîmes (Provenza), puede parecer un feo cubo de piedras ennegrecidas, Foto 3, a no ser que el niño sepa reconocer un templo como aquél donde Zeus habló con Hércules, en la peli de Disney.
O sospecho que los campos de menhires de Carnac (Bretaña) resultarán más atractivos al niño si se imagina a Obélix trajinando piedras de un lado a otro del prado.Naturalmente, cada soporte audiovisual se tendrá que adaptar al niño: antes de visitar Altamira o Atapuerca, Foto 4, podéis visionar la película de "Busca del Fuego", o un documental del National Geographic o un capítulo de " Érase una vez el hombre", eso dependerá de la edad del niño ... y de la conexión a internet de los padres, claro está.En mi caso, por ejemplo, el día que visitemos las playas de Normandía, previamente habremos visionado, como mínimo, los dramáticos primeros 30 minutos de "Salvad en el soldado Ryan".
Cambiando de cachivache: nuestros hijos a veces se traen las correspondientes maquinitas de marcianos, pero reconozco que no hacen un uso excesivo de ellas y en el caso de que estén demasiado tiempo enchufados les imponemos periodos de uso, más o menos cómo hacemos en casa.Otra actividad que hemos encontrado entretenida viajando con los niños ha sido facilitarles planos de la ruta que hacemos: los niños pasan un rato recorriendo sobre el plano la ruta prevista, adivinando la siguiente población que encontraremos o buscando el próximo destino. También va bien para que aprendan cuatro ideas básicas sobre orientación: "tenemos el mar a la izquierda, pues vamos en sentido norte", etc.Y para acabar: si el viaje es largo, procuramos aprovechar los momentos de cambio de conductor para invitarlos a salir de la autocaravana y que estiren un poco las piernas, mientras Montse y yo nos tomamos un café.Y me parece que lo dejaré aquí, ya está bien por hoy.